Era viernes santo, día devocional en el cristianismo. El día anterior amenazaba lluvia.
Al acostarme pedí a mis guías que me orientarán una vez más, que lugar podía visitar al levantarme.
Al ver que no estaba lloviendo cuando me levante, decidimos realizar la tan ansiada excursión, pues yo llevaba tiempo queriendo volver…
Cuando llegas al pequeño recodo del abrupto sendero, la visión que se observa es asombrosa.
Se perfila la silueta de lo que parece un inmenso galápago de once metros de alto, protector del Altar de los Misterios.
Entre el arco que forma el animal antediluviano, entre sus patas se halla el altar sacrificial y oferente a los dioses.
Su caparazón sirve de refugio a este fabuloso santuario. Es el Templo ancestral, más fascinante que yo he visitado.
La visión de la roca Sagrada destaca en el centro como un punto inconfundible de energías cósmicas, utilizadas por los primeros pobladores.
Es fácil imaginar la escena del ritual:» la sacerdotisa desnuda o vestida con túnica blanca, coronada de flores silvestres, levanta sus manos hacia el sol ofrendando una gavilla de espigas de trigo, mientras la sangre del animal sacrificado corre por los canalillos.
El circulo mágico se centraliza en la Piedra Sagrada, sobre la que se conservan, la evidencia de Rituales Ancestrales, avalados por distintas fuentes arqueológicas.
Una gran cazoleta, y otras de menor tamaño y algunas cuadradas, dando ha entender que se harían sacrificios…
Los estudios arqueológicos sobre la zona, afirmaron el evidente sentido simbólico del mismo arco, con su forma tan peculiar. En el centro del espacio, la ubicación privilegiada, el altar natural con planicie, que incitó a ser insculturada.
Según Pilar Acosta Fortea: «Los antropomorfos corresponden al Calcolítico-Edad del Bronce». Señala: «Las parejas esquemáticas de hombre y mujer, representan el ritual religioso de unión y fertilidad».
«Las parejas de antropomorfos cruciformes con peanas, masculino y femenino, se identifican con los ritos de fertilidad. Las cazoletas y canales que confluyen en la poza madre, tenían una finalidad en estas celebraciones de los equinoccios. Vertiendo líquidos propiciaban la procreación y la abundancia en la vida vegetal y humana».
Frazer dice: «El vertido de agua, acompañado de ruidos repetitivos, atrae la lluvia por magia simpática, y ello refundaba claramente en un aumento de cosechas y animales, tanto silvestres como domésticos»
Mircea Eliade, explica las ofrendas agrarias: Este pequeño número de ejemplos, entresacados de un fichero extraordinariamente rico, nos descubre el carácter ritual de los trabajos agrícolas: La mujer, la fertilidad, el erotismo, la desnudez son otros tantos centros de energía Sagrada y otras tantas fuentes de conjuntos ceremoniales. Y así, los primeros granos no se echan en el surco, sino fuera de él, como ofrenda a los distintos genios (los muertos, los vientos, la Diosa del trigo, etc); así también llegado el momento de la recolección, las primeras espigas, se dejan en el campo para los pájaros, para los ángeles, para las «tres vírgenes», para la «madre del trigo». Y los sacrificios de animales que tienen lugar al iniciarse la siembra, se repiten al llegar la recolección.
Según Blazquez:»Los rituales donde se utilizaba el sacrificio de animales eran propiciatorios en los solsticios y tenían como objeto la adoración a los dioses de la fertilidad. Ofrendas de frutos, danzas rituales alrededor del Fuego Sagrado y Sacrificios de diversos animales sobre las cazoletas que vertían la sangre sobre la gran Poza Oferente.
Un grupo de hombres y mujeres -en los hallazgos de rituales de ofrendas, no aparecen figuras de niños, señal inequívoca de que sólo los iniciados participaban en las ceremonias-, han descendido de sus poblados, beben agua en la gruta sagrada, rodean el altar y se disponen a participar en la ofrenda de la sacerdotisa.
Messeguer afirma: «Ya hemos indicado el evidente sentido simbólico y ritual del mismo arco natural con su forma tan característica y algo elevado sobre el terreno. De las cazoletas hechas en su interior y los grabados entorno a ellas, que vertiendo líquidos podrían querer propiciar la procreación y la abundancia de vida en las personas y en la naturaleza.
Un halo mágico envuelve el monumento. Y en el tercer milenio, el Arco de San Pascual, sigue impresionando al ser humano que se le acerca y proyectando su fuerza oculta en el entorno.
Fuentes consultadas: Lecturas de estudios de varios arqueólogos.
Mi tercera visita al lugar, 29/03/2024.
En este mismo wordpress tengo otra entrada referente al mismo lugar. «El Adán y Eva de hace 4.500 años».
Nota: El lugar se encuentra en una propiedad privada, el dueño no suele dejar pasar.
Arael.la